Son tarjetas divertidas, que podemos plastificar, con las que poder practicar la suma.
En ellas encontramos un apoyo visual, lo que hace que sea más motivador para nuestros alumnos hacerlas. Además, tendrán que escribir todos los números del 1 al 9, dependiendo de las tarjetas que les vayan tocando.
Se puede usar como recurso de aula para trabajar de manera individual, a modo grupal (el equipo que más aciertos tenga será el encargado de repartir ese día los libros) o hacerlo como un llavero para cada uno de nuestros alumnos.